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Caballos en compañía

LUCY REES

Introducción

Capítulo 1. Pensando sobre el comportamiento

Reflejo y comportamiento innato. Primeros trabajos de Tinbergen y Lorenz. Aprendizaje. Las cuatro preguntas de Tinbergen. Motivación. Estrategias, costes y beneficios. Emoción. Antropomorfismo. Etología aplicada.

Capítulo 2. Lo que la evolución del caballo puede decirnos

Presiones de selección natural que se evidencian en el registro fósil. Efectos de la domesticación.

Capítulo 3. Estudios de etología equina

Caballos salvajes: bandas natales, sementales y yeguas. Bandas de solteros. Natal dispersión. Bandas multi-sementales. Mis propios estudios: diferentes poblaciones.

Capítulo 4. Vida natural con puma

Estampida. Análisis del comportamiento de defensa. Comportamiento auto-organizado y algoritmo de huida: cohesión, sincronía de velocidad y dirección, evitación de colisiones. Iniciadores de cambios.

Capítulo 5. Revisión de la vida social

Cohesión y sincronía en la vida cotidiana. Liderazgo, no líderes fijos. Evitación de colisiones o respeto por el espacio individual. Personajes clave. Una sociedad auto-organizada.

Capítulo 6. Interacciones

Bandas y manadas. La tolerancia del semental y sus influencias. Dinámica poblacional de la manada de Los Llanos. Supervivencia. ¿Competencia por los recursos? Competencia masculina por las yeguas. Estrategias de los solteros. Atractivo semental para las yeguas. Protección paterna de los potros. Bandas de dos sementales. Relaciones sociales y vínculos dentro de las bandas natales. Acciones agresivas y sus causas. Conclusiones.

Capítulo 7. «Los caballos tienen jerarquías de dominancia estrictas»

Definición de dominancia e historia del concepto. Medición. Correlaciones Resultados de estudios de caballos. Problemas: supuestos, prácticas y paralelos inaceptables. No hay una sola jerarquía. Reinterpretando los estudios de dominancia. Grupos salvajes, de vida libre y domésticos. Agresión aprendida en la competencia de recursos impuesta. Agresión relacionada con el estrés.

Capítulo 8. El paradigma de la jerarquía de dominancia en el mundo del caballo

Interpretaciones erróneas de las afirmaciones etológicas y del comportamiento en la literatura popular y en la equitación cotidiana. Los ídolos de Bacon.

Capítulo 9. Cambiando el paradigma

Nuevos campos de investigación en etología equina. Consideraciones prácticas sobre actitudes en el manejo y la monta de caballos.

Notas

Referencias bibliográficas

Introducción

Este libro presenta una visión radicalmente nueva de las relaciones sociales y la organización de los caballos, una visión que inevitablemente afecta a la forma en que interpretamos nuestras interacciones con estos animales. Propone que la vida social y las relaciones de los caballos se desarrollaron en respuesta a las presiones de la selección natural en su evolución: los depredadores. Los caballos son animales de presa.

En sí misma, por supuesto, la idea de que los caballos son animales de presa no es en absoluto nueva; hemos estado hablando de ello de boquilla durante años. Sin embargo, no parece que nos hayamos tomado en serio sus implicaciones: que constituye el punto central de la manera en que los caballos viven juntos. La interpretación actual de su vida social es que los caballos interactúan conforme a jerarquías de dominancia, lo que nada tiene que ver con los depredadores.

A lo largo de muchos años de trabajar con caballos, y especialmente resolviendo problemas que surgen entre los caballos y las personas, me he dado cuenta de que la dominancia no es un concepto útil. Analizar las relaciones caballo-humano en términos de dominancia crea muchos más problemas de los que resuelve. Lo mismo se ha comprobado ser cierto en las relaciones perro-humano.

Sin embargo, hasta hace unos años yo no tenía ninguna teoría o forma alternativa de analizar las interacciones sociales, aunque habiendo prescindido de la dominancia como factor, otros factores empezaron a ser claros y útiles en la práctica: la aguda conciencia del caballo de nuestro lenguaje corporal, su cooperación, su aversión a la restricción física y, sobre todo, su coordinación con los demás, ya sean caballos o humanos. Pero esos factores no conformaban un cuadro coherente. Me faltaba un paradigma.

Llegué al nuevo paradigma a partir de observaciones de caballos salvajes y especialmente de su comportamiento frente al ataque de depredadores, un campo de la etología equina curiosamente descuidado. Poco a poco me di cuenta de que toda su organización y relaciones sociales reflejan su adaptación a la posibilidad siempre presente del ataque de un depredador. La manera exacta en la que se comportan para escapar con éxito se refleja en su vida cotidiana, incluso en la de los caballos domésticos que no tienen experiencia práctica con los depredadores.

Este es pues un enfoque etológico: ¿por qué los animales se comportan como lo hacen?

Me gustaría que este libro fuera accesible a todas las personas inteligentes y reflexivas que no tienen ninguna base de etología (así como a aquellas que sí la tienen). Por lo tanto, he pensado que es necesario empezar con una breve explicación de algunas de las ideas que se utilizan más adelante en el libro. No se trata de dar un texto encorsetado de etología, sino que es una forma de evitar romper un flujo lógico con explicaciones de los conceptos utilizados.

El comportamiento ayuda a un animal a mantenerse vivo y transmitir sus genes a la siguiente generación en su propio entorno natural, de varias maneras. Algunos comportamientos tienen una base genética fuerte y se llevan a cabo por selección natural exactamente igual que ocurre con la morfología de un animal.

Por lo tanto, debemos observar las presiones de la selección que se han puesto de manifiesto en el trascurso de la evolución del caballo. Los depredadores, por supuesto, son una de ellas.

Los estudios clásicos importantes sobre el comportamiento de los caballos salvajes muestran que todos adoptan más o menos la misma solución a los problemas de la vida, y nos presentan algunos términos y conceptos. Estos estudios nos ayudan a ver qué comportamiento se produce de manera constante en todos los contextos naturales. Aunque no he querido profundizar en el comportamiento de los caballos domésticos y perder el hilo de la historia, espero que los propietarios responsables de caballos encuentren aquí mucho sobre lo que reflexionar.

Mis propios estudios, que se exponen a continuación, no han sido publicados antes. Dado que las condiciones exactas y los métodos de estudio pueden influir en los resultados, los científicos son cuidadosos al detallarlos, lo que a menudo hace que la lectura sea aburrida para el no experto. He tratado de transmitir una imagen más viva de lo que es ser un etólogo de campo; las interacciones en la manada, los esfuerzos extremos que hacen los caballos para evitar conflictos competitivos, las preguntas que surgen y un enfoque etológico para las respuestas.

Así, con un panorama general, podremos examinar exactamente qué sucede y por qué cuando llega el ataque. Mi comprensión de mis observaciones se debe en gran medida a un campo de investigación prometedor que no se ha aplicado antes a los caballos pero que está proporcionando grandes conocimientos sobre el comportamiento de las manadas, las bandadas de aves y los bancos de peces, utilizando algoritmos de comportamiento del movimiento de grupos auto-organizados.

Lo que me ha quedado claro es que los factores que gobiernan una huida exitosa también gobiernan las interacciones sociales y la organización de una banda o una manada en momentos más pacíficos. Vemos que el comportamiento social es adaptativo y sigue una lógica coherente, dado que los caballos son animales de presa. En las manadas salvajes los animales no compiten entre sí sino colectivamente contra los depredadores, y mantienen relaciones sociales que les permiten comportarse de manera apropiada e instantánea ante las situaciones, teniendo que pasar de una actividad de mantenimiento a un ataque que pone en peligro su vida.

Esta hipótesis, o paradigma, que cambia la forma en que interpretamos las relaciones sociales y la organización, se basa en mis propias observaciones que, por razones prácticas, tienden a ser más cualitativas que cuantitativas. Sin embargo, sugiere un gran número de preguntas comprobables que espero fervientemente sean examinadas con más detenimiento en futuras investigaciones.

El paradigma que propongo no es el generalmente promovido y aceptado: que los caballos interactúan conforme a jerarquías de dominancia. Existen graves deficiencias, incluida la falta de pruebas coherentes, en los argumentos etológicos a favor de las jerarquías de dominancia; también existe un gran abismo entre lo que los etólogos entienden por dominación y dominancia y lo que el público en general entiende por tal. Por lo tanto, a continuación se hace un examen crítico de estos problemas.

Sin embargo, el concepto de dominancia está muy arraigado en el mundo ecuestre, y de hecho parece tan evidente para muchos propietarios de caballos que también tenemos que considerar si existen explicaciones alternativas para el comportamiento que observamos. Encontramos que hay muchas razones por las cuales interpretamos las cosas de cierta manera, incluso cuando no son ciertas. Igual que vemos la salida del sol en el este y la puesta del sol en el oeste; incluso sabiendo que estamos encaramados sobre una bola rodante, encontramos ese hecho difícil de apreciar.

Finalmente, consideraremos algunas de las implicaciones de este cambio de paradigma, tanto desde el punto de vista etológico como de nuestras interacciones diarias con los caballos.