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© del texto: Xavier Eguiguren

© de las ilustraciones: Marta del Corro López

© corrección del texto: Equipo BABIDI-BÚ

© de esta edición:

Editorial BABIDI-BÚ, 2022

Avda. San Francisco Javier, 9, 6ª, 23

Edificio Sevilla 2

41018 - Sevilla

Tlfn: 912.665.684

info@babidibulibros.com

www.babidibulibros.com

Primera edición: mayo, 2022

ISBN: 978-84-19339-83-6

Producción del ePub: booqlab

«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra»

Índice

Prólogo

Sirope y Melaza

Las ovejas Beenita y Meedianoche

Delfina, una doctora en el hospital del mar

Flora nunca tiene hambre

El síndrome de Penélope

Coliflor y Margarita

Cacahuete dice no a la violencia

Perro busca niña, y al revés

Rosa la cerdita y, el club de la higiene

Abuelito, ¿qué pasó en marzo del 2020?

Agradecimientos

Prólogo

La literatura infantil tiene el privilegio de introducirse en el imaginario de los lectores, adaptándose a esa visión nueva e inocente de los niños. Pero los cuentos infantiles llevan, desde siempre, una misión pedagógica que corresponde a las necesidades educativas de la época de los autores. Los cuentos reunidos en Marta, ¡dibuja mis cuentos!, de Xavier Eguiguren, llevan gran parte de la filosofía de vida del autor, más allá de su conocida militancia contra la violencia de género y el acoso escolar, que deja percibir en «Cacahuete dice no a la violencia». Desde luego, es un editorialista y escritor reconocido después de la publicación de Infierno, cielo, y en la tierra un traje verde (2016) y 730000 pasos sobre los caminos de Santiago (2018).

Inspirado por el mundo de su hija Marta, diseñadora de sus cuentos, el autor se sitúa en la actualidad que nos maravilla y nos perturba, haciendo un eco literario que nos transporta a las fábulas de La Fontaine, a la ternura del Petit Prince de Saint-Exupéry, o al encanto moralizador de El Renacuajo paseador de Rafael Pombo. Son referencias lejanas pero trascendentes, por la profundidad del discurso y la familiaridad buscada en el imaginario de los niños y el lenguaje de los animales y los insectos. Eguiguren invierte, desde luego, los roles aterradores de los cuentos anti románticos de Horacio Quiroga, en esa relación de fuerza entre el hombre y la naturaleza.

Los cuentos de Xavier Eguiguren, dibujados por Marta, son materia didáctica que, desde el primer relato, vehiculan un discurso moral que despierta conciencia sobre la vida en la Tierra, la tolerancia social y el respeto por el medio ambiente. El diálogo de las encantadoras protagonistas abejas, Sirope y Melaza, cuyos nombres traducen por sí mismos la dulzura más refinada del universo, hacen una advertencia fuerte contra los insumos venenosos utilizados en la agricultura que destruyen la flora y la fauna, además de contaminar el agua y la alimentación de los seres vivos.

En el mismo sentido va el tercer cuento, Delfina una doctora del hospital del Mar, en el que los actores son peces que se encuentran ante una catástrofe sufrida por los pacientes marinos que padecen las consecuencias del mal comportamiento de los humanos, que tiran al mar toda clase de plásticos y basuras sin importarles las consecuencias: «¿Sabéis que hay grandes islas de basura en los mares y océanos? Es necesario reducir el uso del plástico en nuestra vida cotidiana. Hay plásticos en todo el planeta, desde el Ártico hasta la Antártida. Cuando esos objetos llegan al mar, la fauna marina se los come y se acumulan en su interior, como les ha ocurrido a nuestros protagonistas: el ballenato gris, el delfín rosado y la orca».

Los relatos de Marta, ¡dibuja mis cuentos!, contienen una abierta crítica social, atacándose a los prejuicios de los humanos, como el racismo, tema que el autor desarrolla con maestría en el segundo cuento Las ovejas Beenita y Meedianoche, donde, a través de las experiencias de los animales, crea consciencia en sus lectores sobre la tolerancia con relación a las diferencias, como lo deja comprender también en el relato «El síndrome de Penélope», a través de las relaciones entre osos.

En el cuarto cuento Flora nunca tiene hambre, Xavier Eguiguren plantea, a través de una bella historia de amor de una pareja de flamencos, el problema de la anorexia, causada por una visión negativa del físico de su pichona Flora. Fenómeno recurrente en los humanos que todos atribuyen a una crisis de adolescencia, pero que en realidad es una enfermedad que emana de la visión negativa de sí mismo, motivada por modelos estéticos impuestos por los medios comerciales, que afecta también a adultos jóvenes e incluso a personas mayores. Lo mismo ocurre con el acoso en el colegio y las consecuencias del comportamiento errado de los humanos, planteado en el cuento Coliflor y Margarita.

Con buen humor, el autor plantea en La cerdita Rosa y el Club de la Higiene el tema de las reglas de higiene y salud que se debe inculcar a los niños, o en Perro busca niña, y al revés, evoca la amistad benéfica y fiel de los niños y los perros. Para terminar con el cuento Abuelito, ¿qué pasó en marzo del 2020?, que sitúa a los lectores en la pandemia que sufre el mundo entero y que es una amenaza principalmente para las personas mayores o con fragilidades previas de salud. Por lo menos, el libro termina con una nota de optimismo, haciendo memoria, porque los protagonistas Diego y Luisa pueden todavía interrogar a su abuelo sobre lo que pasó en marzo de 2020.

En conclusión, Marta, ¡dibuja mis cuentos! es un libro encantador, lleno de enseñanzas para los niños, con la complicidad de Xavier y Marta y las experiencias de animales que, como ellos, frecuentan el colegio de donde extraen la mayoría de lecciones de buen vivir en armonía con la naturaleza, y aprenden la tolerancia para construir una sociedad más justa y agradable.

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Sirope y Melaza

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